15 de noviembre de 2008
8 de noviembre de 2008
7 de noviembre de 2008
... para berenjenales los míos, tengo el huerto saturado y no doy abasto a tanto.
5 de noviembre de 2008
...bloques de yeso por palabras. Zumba mi mente, tal como un enjambre de avispas que pican aquí y allá, causando angustia y dolor.
Duermo con la luna des de hace unos días, esta vez no se marchó, y ahora no le tengo miedo a la oscuridad, pero...
-¿Y ahora qué?
Des de mi cabeza, una estremecedora ola de frío invade, célula a célula, mi cuerpo hasta llegar al todo, hasta dónde uno deja de ser. Soy vacío, mi cuerpo se ha tragado a sí mismo; después de tanto tiempo esperanto este momento...
-¿Que pasa, el camino se termina aquí? ¿No tienes más lápices de colores?
- Hecho de menos al sol... ¿dónde estará?
- Lo mismo está cerca, quizás te esté quemando, ya ardes.
Por qué vuelvo la mirada, miro atrás, y envidio a ese artista en plenitud, que se mueve con el flow y que le lleva a todas partes, con esa genialidad incluso desconocida por mi, chispas y destellos en la imaginación...
Por qué la salida tomada no me gusta, me pregunto si había que coger una, ahora sólo veo direcciones prohibidas...
- ¿Paro y doy la vuelta o acelero y llego al final y vuelvo a entrar?
En realidad olí, hace ya rato, que esto podía suceder; así ha sido, no ha tardado en presentarse. Anoche lloré, esta vez sí, lloré por mi, por ti y... por ti, el otro ti y todos los tis cuanto soy. Lloré por no ser capaz de decirte que siento MIEDO.
- ¿Y que es el miedo sino la gran puerta al reino de lo desconocido? La llave está en tu corazón.
- ¿Me la das?
- ¡Cógetela tú, bonito! ¿Quien te has creído que soy yo?
Foto: Color de otoño (Borgonyà, noviembre 2008)